Política de Trump foresightcuba, June 27, 2017June 28, 2017 El 16 de junio del 2017, el presidente norteamericano Donald Trump anunció su política hacia Cuba en el teatro Manuel Artime de Miami. Explicamos las consecuencias esta nueva política para el estado cubano. Veamos en primer lugar las estadísticas relacionadas con el ingreso de divisas por concepto de turismo así como el número de visitantes por año. Cifras no oficiales señalan que en el 2016, Cuba alcanzó los 4 millones de turistas. El incremento acelerado del número de turistas que visitan la isla comenzó en 1995, después de un cambio de política del gobierno cubano, que hasta este año había mantenido el nivel de visitantes prácticamente al mismo que había en el 1958. El estado apuesta por el turismo después de desplomarse el resto de la economía nacional pero mantiene un ferro control sobre este sector y lo mantiene en manos del Ministerio de las Fuerzas Armadas. Este sector funciona de forma independiente al resto de la sociedad y de la economía nacional. La separación es tal que hasta se ha prohibido la entrada de cubanos a los hoteles (está permitido a partir del 2008), los servicios de renta de autos, internet, telefonía móvil y playas dedicadas a los extranjeros. Sin embargo la eficiencia de este sector en manos de los militares ha ido disminuyendo con el paso de los años. Junto al aumento del número de turistas, ha aumentado la importación de alimentos para poder mantener en funcionamiento este sector. La cantidad de alimentos que el gobierno ofrece por la libreta de racionamiento se ha reducido en este período así como la oferta en las tiendas de divisas administradas por GAESA. A partir del 2001, el gobierno cubano comienza a comprar alimentos a los Estados Unidos. El siguiente gráfico muestra la dinámica de ciertos indicadores que nos ayudarán a comprender el contexto de la situación actual. Vemos que la importación de alimentos y el número de turistas a aumentado desde el 1998 en aproximadamente un 250%, mientras que los ingresos por turismo han aumentado solo en un 160%. Tomamos el año 1998 como referencia, ya que a partir del año 1999 comienza una nueva relación con Venezuela, país que suministrará en lo adelante miles de millones de dólares en jugosos contratos. Al mismo tiempo vemos como la producción de viandas en el sector estatal, la producción de leche y de caña de azúcar representan entre el 45 y el 75% de lo que se producía en el 1998. En un gráfico aparte, mostramos la dinámica de las importaciones de alimentos desde EEUU. Vemos como en el año 2007 el estado cubano compró un 18 000% más que lo que compraba en el 1998. En total desde el 2001 hasta el 2015, el gobierno compró alimentos por un valor de 5.36 mil millones de dólares. El dinero, que debió ser pagado al contado, provenía del dinero ingresado por exportación de servicios a Venezuela. El objetivo de estas compras no era otro que crear un lobby para eliminar el embargo norteamericano a Cuba. Con la eliminación del embargo, el gobierno de Cuba tendría acceso a créditos, subsidios y otras ventajas que el gobierno norteamericano a las exportaciones de alimentos. Las pérdidas por impago que tuvieran los agricultores, también podrían ser descontadas de los impuestos, pasando así a financiar indirectamente la alimentación de los turistas a Cuba. También podemos ver como el número de turistas norteamericanos fue de 161 mil, comparado con los 390 mil cubanos que residen el exterior y muy lejos de los 1.3 millones de canadienses que visitaron la isla. Recordemos que el total de visitantes en el 2015 fue de 3.5 millones. Si tomamos en cuenta, que el gobierno cubano impide la entrada a todo extranjero que simpatice o aunque sea deseara entrevistar o encontrarse con alguien de la oposición, queda sospechar que dada la poca importancia en cuanto al número de visitantes, el gobierno desea promover el turismo norteamericano para captar personas para promover “los éxitos de la Revolución Cubana” en los Estados Unidos. Airbnb anunció que los cubanos habían ganado 40 millones en los últimos dos años por concepto de renta. Esto representa solo el 0.7% del ingreso por concepto de turismo para este mismo período. No hay datos oficiales para saber cuánto ganaron los cuentapropistas gracias a otros ingresos. Y no debe representar mucho más. Los restaurantes privados no podían vender mariscos ni carne de res (ahora solo si pueden comprobar que los compraron legalmente) y sus espacios están limitados. Está prohibido gestionar discotecas y bares. A los propietarios de autos privados no se le permite entrar al aeropuerto, ni pararse en las entradas de los hoteles, ni en otros sitios estratégicos como el capitolio (a menos que tengan contrato con una firma del estado). A los vendedores de artesanías los han desterrado a localizaciones lejanas. A los propietarios de piscinas les han ordenado clausurarlas. A los bici taxis no se les permite operar fuera de su municipio. Toda actividad que comience a sobresalir es inmediatamente clausurada. Pensamos que los cambios iniciados por la administración de Barack Obama han sido correctos por razones que hemos explicado en artículos anteriores. Sin embargo, Raul Castro demostró que nunca ha tomado, está tomando ni tomará ninguna decisión que implique la pérdida del control de los recursos de la nación que está en manos de un pequeño grupo de personas. Existe un factor crucial que es imprescindible tomar en cuenta para la prosperidad de Cuba y para que se normalicen las relaciones entre los dos estados: el sentido de que se haga justicia con los millones de cubanos que perdieron sus propiedades, que estuvieron presos, que tuvieron familiares fusilados, que tuvieron que dejar su patria solo con la ropa que tenían puesta, que dejaron de ver para siempre o por largos años a sus familiares más queridos. La represión ha sido especialmente cruel contra los opositores, los homosexuales y los desertores de las misiones oficiales. Perdieron su juventud, su familia y su patria. Estas personas que emigraron a los EEUU ya desde el mismo 1959, trabajaron día y noche en puestos inferiores a sus calificaciones para que sus hijos tuvieran una vida mejor, algunos como Marco Rubio, han alcanzado los puestos más altos del estado. Este, en nombre de una comunidad cubana que ha sufrido mucho, y que también son sus electores, no va a permitir que se subsidie con dinero del contribuyente a un gobierno que además está llevando a la nación cubana a su extinción. El discurso del presidente Trump ha causado una gran irritación en La Habana. La causa real es el mantenimiento del embargo. Causa en la que como hemos visto han invertido más de 5 mil millones de dólares desde el 2001. Esta decisión imposibilita además la compra de alimentos a costa del contribuyente norteamericano y dificulta el desarrollo del turismo ya que no habrá como alimentarlos. Venezuela le podrá suministrar dinero y petróleo pero no alimentos. El endeudamiento y la falta de pago encarecen y dificultan la compra de alimentos en otros países. A esto hay que añadir todos los recursos imprescindibles para que la industria del turismo funcione, son estos: pinturas, artículos de limpieza, transporte, combustible, aires acondicionados, materiales para la recreación incluyendo equipos de audio y naves, que el gobierno cubano es incapaz de producir dentro de la isla. La posibilidad de que los organismos de GAESA se conviertan en estructuras supuestamente independientes, en nuestra opinión no tendrá ninguna importancia ya que esto mantendría el nivel de cooperación entre los dos gobiernos a un nivel muy inferior al necesario para que GAESA pueda comprar alimentos, pagar las deudas del estado y desarrollar la infraestructura necesaria para aumentar los ingresos por turismo. Para poner solo un ejemplo, Odebrecht recibió un contrato de 207 millones de dólares para ampliar la terminal número 3 del aeropuerto de La Habana, los trabajos comenzaron en marzo del 2015. No hay información en la prensa cubana en cuanto a la terminación del proyecto. También, no se ha hablado más de los modernos sistemas de navegación a instalar en el aeropuerto por parte de firmas rusas. Las cifras dadas por Engage Cuba de que el gobierno de Cuba tiene la intención de comprar 5.9 mil millones en alimentos en los próximos 3 años a los Estados Unidos muestra que la conceptualización del modelo socialista cubano es un fracaso. La decisión de Trump imposibilita que Raúl Castro deje el poder con el gran éxito de haber eliminado el embargo. Ya su intento de mejorar su legado gracias a las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno colombiano fracasó al ser rechazado el pacto por el pueblo colombiano. Trump mantiene de facto la política comenzada por el presidente Barack Obama, ya que nadie está interesado en que el gobierno colapse, ni en perder objetivos importantes a largo plazo y constituye un gran golpe para el estado cubano. 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