Categorías de Cubanos foresightcuba, November 17, 2017December 3, 2024 Tan pronto Fidel Castro tomó el poder, comenzaron a establecerse categorías migratorias. El entonces Gobierno Revolucionario, transformado posteriormente en Consejo de Estado, se encargaba y aun se encarga de dividir a las personas en categorías. En un principio el gobierno edificó un muro legal que impedía tanto la entrada de los que salieron, como la salida de los que se quedaron. En dependencia de la categoría en la cual se encuentra el individuo, éste tiene determinados privilegios y restricciones para entrar o salir del país. El Consejo de Estado tiene el poder exclusivo de modificar los privilegios y restricciones de cada una de las categorías. Las decisiones son tomadas caso por caso por un Tribunal Secreto compuesto por personas completamente anónimas, que además no redactan ninguna decisión por escrito, ni dan explicaciones de ningún tipo. Las categorías migratorias han evolucionado en el tiempo. A continuación presentamos un esbozo del estado actual, con referencia con la modificación del 2013 de la Ley Migratoria, y las nuevas medidas que entrarán en vigor a partir del primero de enero del año próximo. Un adelanto de las 4 medidas, que tendrán relevancia solo para algunos individuos de determinadas categorías: Las medidas fueron anunciadas por el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, el día 28 de octubre del 2017, en una sala de la Universidad de Howard, localizada en Washington, con la presencia de 127 cubanos, durante el IV encuentro de cubanos residentes en Estados Unidos. El Consejo de Estado ha hecho una gran primera división de cubanos (se discrimina según el lugar de residencia de la persona). La primera gran categoría es de los residentes en Cuba, y la segunda, la de los residentes en el exterior. Cada categoría tiene sus propias leyes. Además se redactan leyes especificas para cada uno de los sub grupos. Los altísimos costos de los trámites consulares y las dificultades políticas hacen que la reunificación familiar sea un privilegio de los más ricos. Cubadebate informó que desde enero del 2013 hasta octubre del 2017 habían viajado 322 mil cubanos residentes en Estados Unidos a Cuba. O sea, unos 80 mil como promedio por año, lo que significa que solo el 4% de los cubanos residentes en los Estados Unidos han podido visitar a sus familiares en la isla. Este sitio informó además que en lo que va de año unos 173 mil cubanos visitaron los Estados Unidos (el 1,5% de la población del país). Unos 779 mil salieron del país en estos 4 años, (unos 195 mil al año como promedio, un 1,7% de la población del país cada año y un 7% en total). De ellos el 79% han salido del país por primera vez. Este dato, sumado al alto número de salidas ilegales, deserciones, o perosnas que han salido del país y no han regresado, demuestran que salir del país legalmente era casi imposible. A pesar de existir un procedimiento para recicibir el permiso de salida del país, desde 1959 hasta el 2013, este era raramente otorgado. Además, los costos de la visa cubana son mucho más altos para los familiares extranjeros de ciudadanos cubanos que desean viajar a la isla. Por ejemplo, una visa para un ciudadano polaco cuesta 22 Euros. Si este ciudadano es familiar cercano de un ciudadano cubano, entonces la visa le cuesta 55 Euros. Probablemente, Cuba sea el único país del mundo que restringe y prohíbe la entrada a sus propios ciudadanos al país: y probablemente sea el único que limita la estancia de sus ciudadanos en su propio país. En el caso de los residentes en el exterior, estos pueden estar en Cuba por un período máximo 90 días. Residentes en Cuba En Cuba viven 11,2 millones de personas y estimamos que 2.4 millones residen en el extranjero. Podemos clasificar a los residentes de la isla en cuatro grupos, los que tienen acceso a los recursos del Estado y los utilizan para sus viajes, los que tienen acceso al CUC o a alguna moneda convertible, los que ganan sus salarios en pesos cubanos y los que no tienen salario. Para poder cubrir los costos del viaje y del pasaporte, que cuesta 100 CUC, más dos renovaciones de 20 CUC cada dos años hay que poseer CUC ya que el gobierno no admite su cobro en pesos cubanos. En este grupo se encuentran los que tienen familiares en el exterior, trabajan en el turismo y/o algunas empresas mixtas o extranjeras, los artistas que tienen contratos en el exterior, algunos cuentapropistas (unas 540 mil personas) y actores del mercado negro, delincuentes y prostitutos (as). La dificultad está ahora, ya que hay menos restricciones por parte del gobierno cubano para viajar, en que la avalancha de solicitudes de visa ha colapsado los consulados extranjeros. Los países que no exigían visa, tales como Ecuador, ahora exigen 400 CUC por ella. Por supuesto conseguir un turno en el consulado se ha puesto difícil. Las solicitudes de nacionalidad española, de acuerdo a la Ley de la Memoria Histórica, ha disparado el número de españoles residentes en Cuba a su máximo histórico. Unas 135 mil personas poseen ciudadanía española en Cuba. Los que tienen el privilegio de obtenerla, se van a España, o utilizan el pasaporte europeo para viajar de compras a Estados Unidos u a otros países de Centroamérica El segundo grupo lo forman los que ganan su salario en pesos cubanos y que no les alcanza ni para comer. Los militares de alto rango tienen facilidades de compra pero fuertes restricciones para viajar. Los representantes de algunos oficios y los que tienen acceso a mercancía que pueden robar, tienen la posibilidad de reunir algún dinero que podrían utilizar para poder viajar, si es que no can presos antes. Están los jubilados con un ingreso promedio equivalente a 10 CUC al mes (1.6 millones de personas con 65 años y más). La población activa es de unas 4.6 millones de personas, con un salario promedio de 740 pesos (29.9 CUC) al mes. En el estrato social más desfavorecido se encuentran los profesionales (alrededor de 1 millón de personas) que después de terminar sus estudios, trabajan en puestos donde no pueden robar nada. Entre ellos se encuentran los maestros, los ingenieros, los médicos y los deportistas. El estado les restringe la salida y les exige, primero un permiso del centro de trabajo, donde tienen que garantizar su sustitución, el permiso del Ministro correspondiente y al final, el permiso del tribunal secreto que decide finalmente si puede viajar o no. El estado les envía a las llamadas misiones, donde cobra miles de dólares por sus servicios y les paga salarios de miseria en CUC, que pueden cobrar una vez que regresan a Cuba. A los desertores se les prohíbe la entrada a Cuba y la salida de sus familiares por un período de 8 años, si son medicos o deportistas y 5 años para los que desertan de otros ministerios. En el último grupo se encuentran las amas de casa, los estudiantes, los que están obligados a pasar el Servicio Militar Obligatorio y los disidentes. Estos últimos catalogados como gusanos y son considerados seres infrahumanos sin derecho a nada. Por lo general, se les ofrece la salida del país sin posibilidad de regreso. Residentes en el Exterior Antes de la modificación de la Ley Migratoria del 2013, el cubano que salía del país para residir en otro, no regresaba en el tiempo que había sido autorizado para viajar, perdía su residencia en la isla, y con ello el derecho a ingresar al país, perdía sus propiedades y el derecho al voto. Se exceptuaban las personas que salían ya con el Permiso de Residencia en el Exterior, que por lo general eran personas que salían ya casadas con un extranjero (a) y la autorización para residir por parte del país receptor. Estas personas podían regresar a Cuba cuando quisieran y conservaban sus propiedades con la condición de que viajaran una vez al año a la isla. Todo cubano necesita un pasaporte cubano para entrar y salir del país, no se permite la entrada con otro pasaporte, con la excepción mencionada mas adelante. El pasaporte más caro del mundo, es válido por un periodo de seis años pero debe ser renovado cada dos años. A una persona que posea pasaporte cubano, pero que no posea un permiso de entrada al país, no tiene derecho a entrar a Cuba, y no se le permite ni siquiera el ingreso a una aeronave con destino a Cuba. La segundo grupo lo constituyen los exiliados. Por lo general son personas que salieron de Cuba hasta el año 1979 y no regresaron más a la isla. Se incluyen a los presos políticos y sus familiares y todo aquel al cual se le confiscaron sus propiedades. A este grupo no se le permitía a Cuba bajo ningún concepto. Una ejemplo es la negación de la entrada a Cuba a Celia Cruz para asistir al entierro de su madre. Los miembros de las familias que quedaron separados, o no vieron a familiares por largos años, o murieron sin volverlos a ver. El gobierno permite la entrada con pasaporte de otra nacionalidad a de los exiliados que salieron de Cuba antes del 1971. En su mayoría, tampoco están interesados en visitar a Cuba, por lo menos mientras persistan las actuales condiciones políticas (En el 1979 había 794 mil residentes cubanos en EEUU). Hay un grupo de 35000 personas que los EEUU han clasificado como deportables y que hasta ahora el gobierno cubano se ha negago a aceptar su deportación. El tercer grupo lo componen los emigrados. Son personas que por lo general, no regresaron a Cuba, después de un viaje al exterior. Estas personas son las que necesitan la llamada habilitación del pasaporte para ingresar al país. Es una sello que se coloca sin costo alguno por el cónsul de la República de Cuba aunque algunos intermediaros en EEUU cobran por este procedimiento hasta 100 USD. Una vez obtenida la habilitación, es válida hasta que sea revocada. La posesión de la habilitación no garantiza la entrada al país. Los tribunales secretos se encargan de aprobar o denegar la llamada habilitación, esta ultima, sin tener una sentencia legal que ampare la legalidad de la decisión y sin notificar por escrito al afectado. En el 2016 había 1.3 millones de personas nacidas en Cuba en los EEUU, 134 mil en España y estimamos que otros 100 mil residen en otras partes del mundo. El estado cubano ha anunciado que la medida de eliminar la habilitación beneficiara a unas 832 mil personas pero no nos queda claro si estas cifras están relacionadas con la emisión de nuevas habilitaciones, porque la persona que ya tiene la habilitación, no se beneficia en nada con esta medida. Los hijos de los emigrados no tenían derecho a la ciudadanía cubana, ya que se les exigía que residieran por lo menos 3 meses en Cuba, algo casi imposible ya que ni las vacaciones escolares de verano demoran tanto. Al parecer, la mayor consecuencia de esta medida es que dificultara la obtención de la ciudadanía española a los hijos de cubanos nacidos en España y podrá resolver algunos casos puntuales de cubanos que sus hijos no tenían derecho a ninguna ciudadanía. Existe un grupo de emigrados que apoyan las políticas oficiales en el extranjero, algunos de ellos tienen participación en los negocios del Estado y algunos de ellos tienen la exclusividad de las importaciones a la isla. El cuarto grupo lo componen los desertores de misiones oficiales. Este grupo no tenia posibilidad ninguna de visitar la isla, ni de reencontrarse con sus familiares antes de la reforma migratoria del 2013. Ahora, tienen una prohibición de entrar al país por un período de 8 años desde el momento que las autoridades emiten el documento confirmando la deserción. Los familiares tienen prohibición de salir del país por el mismo periodo de tiempo. Para las deserciones militares, la prohibición es de por vida. El quinto grupo lo componen por lo general personas que salieron del país en balsas u otras embarcaciones de forma ilegal. Este grupo tenía la prohibición de ingresar al país por un período de 8 años. Para los que escaparon a través de la Base Naval de Guantánamo, la prohibición es de por vida. Las nuevas medidas eliminan el periodo de restricción de 8 años para entrar a Cuba y benefician a los que salieron ilegalmente de Cuba después del 2009 (Aproximadamente 39 mil personas). El sexto grupo lo componen las personas que viven en el exterior pero regresan a Cuba antes de los 24 meses, y desde el punto de vista estadístico, mantienen su residencia en Cuba. Tienen el privilegio de pagar sus impuestos en pesos cubanos, la primera vez que entran a Cuba en el año. En este grupo entran también los repatriados, categoría disponible desde el 2013, previa aprobación de los tribunales secretos. A los residentes en el exterior se les tenía prohibido la entrada a Cuba por mar, hace dos años, se levantó esta restricción a los que viajan a Cuba en cruceros. Ahora se les permitirá el ingreso en otras embarcaciones de recreo. Aunque necesitarán la autorización de los guardacostas norteamericanos, si parten desde Estados Unidos. El alcance de esta medida es prácticamente irrelevante. La clasificación de cubanos en categorías viola el artículo 42 de la Constitución que prohíbe la discriminación. Los residentes en el extranjero son además discriminados en Cuba al exigírseles que paguen en CUC por los servicios prestados por el Estado. A los que se les niega la entrada a Cuba, son condenados al destierro. Condena contraria al artículo 59 de la Constitución, que requiere que las condenas sean efectuadas por un tribunal competente, de acuerdo a leyes existentes, con derecho a la defensa y con las formalidades correspondientes. Las cuatro nuevas medidas anunciadas por el canciller Bruno Rodríguez tienen un impacto insignificante en los principales retos que enfrenta la nación cubana, que incluyen la pérdida del capital humano, el altísimo costo de los trámites consulares, (que no solo incluyen a los pasaportes sino todos los documentos legales relacionados con las estancias en el exterior), el envejecimiento poblacional, la separación familiar y el derecho de los residentes en el exterior a participar en la vida de la nación. 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