El 5 de Agosto del 1961 el gobierno de Cuba cambia la moneda, permitiendo a las personas cambiar hasta 200 pesos en efectivo por núcleo familiar y hasta 10 000 pesos si el dinero estaba en el banco. El gobierno prohibe toda actividad económica privada y la inversión extranjera directa.
A partir de ese momento, el peso cubano deja de ser convertible, (que en aquel momento se cambiaba a una tasa de cambio de un peso por dólar norteamericano) y el tipo de cambio deja de reflejar el estado de la Economía Nacional.
La ayuda Soviética y de otros países del campo socialista permite suministrar recursos adicionales al presupuesto hasta el 1990, independientemente del desbalance comercial, del pobre desempeño de la producción de bienes y del endeudamiento del estado, pudiendo así la población mantener un nivel adquisitivo aceptable.
En los años 80, circulaban en Cuba 6 monedas diferentes, el peso cubano, los certificados A, B C, y D así como el dólar norteamericano (el certificado A se cambiaba en el mercado negro 2 por peso, los certificados B, C y D eran equivalentes al dólar y el dólar se cambiaba a 5 ó 6 por peso cubano). Los certificados permitían a los extranjeros residentes en Cuba la obtención de artículos en tiendas especialmente reservadas para estos. La entrada de cubanos a estas tiendas y la posesión de divisas por estos estaban prohibidas.
Al terminar la ayuda Soviética, y derrumbarse la Economía cubana, se produce una gran escases de bienes y sobre todo de alimentos. La paralización de la producción produce gran inflación, y el peso cubano llegó a cambiarse a más de 100 pesos por dólar en el mercado negro, lo que significaba que el salario promedio representaba el equivalente de 3 ó 4 dólares al mes.
Al mismo tiempo existía un suministro directo de dólares a las familias cubanas por parte de sus familiares, principalmente radicados en Estados Unidos.
En estas circunstancias, el gobierno despenaliza el dólar (que hasta ese momento la posesión de divisa extranjera estaba penalizada con 3 años de cárcel) e introduce el llamado peso convertible o CUC y comienza a funcionar de forma paralela al peso. El CUC que no es convertible fuera de Cuba. La tasa de cambio oficial es de un CUC por dólar, pero puede variar en dependencia de la actividad económica.
La venta de productos en CUC permite distribuir a unos pocos, lo poco que puede comprar gracias a los ingresos por turismo, las remesas y la exportación de bienes, que es casi el único dinero real que hay en Cuba. De esta forma el gobierno evitó reformas que permitirían el aumento de la producción, y el desarrollo de la Economía Nacional, pero que implicarían la pérdida del poder económico y político absoluto que el Partido Comunista tiene sobre el país.
En teoría, el ciudadano puede cambiar el CUC por divisa en las casas de cambio pero en la práctica las monedas extranjeras no están a la venta.
Las empresas, tampoco pueden importar productos si poseen CUC, necesitan además una autorización llamada ¨capacidad de liquidez¨, que confirma que hay divisas para comprar determinado producto o servicio en el extranjero. Las divisas de todas las empresas deben ingresarse una llamada cuenta única.
El peso cubano quizás sea una de las pocas monedas nacionales que no tiene validez ilimitada en el territorio nacional del país que la emite. Los mejores productos, servicios y la mejor recreación hay que pagarlos en CUC. Hay productos de primera necesidad que son vendidos sólo en CUC. En pesos cubanos solo se puede comprar algunos productos agrícolas, productos industriales de mala calidad y pagar por algunos servicios.
Las personas que reciben remesas son los trabajadores del turismo y de las empresas mixtas, además algunos cuentapropistas, como los que alquilan habitaciones a turistas, tienen un ingreso definitivamente superior, independientemente de su profesión, de los años de estudio, de sus habilidades, talento y de los años de experiencia.
Para un ciudadano que gana su salario en pesos cubanos, la doble moneda significa que debe ir a una casa de cambio, hacer una cola, y después pagar el producto con otra moneda a un precio 25 veces superior.En los tiempos de la colonia española, los esclavos recibían bonos para comprar en la tienda del batey y por lo menos podían pagar con ellos directamente en la tienda.
La entrada a algunos lugares, como museos, y por ejemplo el pago de impuestos aduanales se realiza en CUC para los cubanos residentes en el exterior y en pesos cubanos para los residentes en la isla.
Las personas que reciben remesas en dólares deben pagar un impuesto adicional del 10% para obtener CUC.
El gobierno cubano se ha propuesto unificar las monedas, pero eso implicaría que la Economía Nacional tendría que convertirse en una economía moderna, competitiva a nivel mundial, algo poco probable si no introducimos reformas estructurales serias.
Fuente; Banco Central de Cuba